:48:09
Hola, sobrino.
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Tío Vince, ¿cómo estás?
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Pregúntale a la mujer
de cierto sobrino mío.
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¿Cómo está la niña?
- Muy bien.
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¿La alimentas, le das calor?
- Pues claro.
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No te importa quién le da calor a
tu tío ni quién le da de comer.
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Mi propio sobrino.
- ¿Por qué no te pones a trabajar?
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¿Por qué no me caso y vivo a todo lujo?
¿Por qué no?
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¿Quién vino a casa y me echó?
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¿Quién fue la mujer despiadada que echó
a tu pariente más cercano a la calle?
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Lo que dijo Mae fue que quitaras
esas fotografías de mujeres.
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¡Lo que dijo Mae!
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Nunca creí que llegaría el día que una
mujer dominara al hijo de mi hermana.
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¡Basta ya, tío Vince!
- ¡Te domina, sí señor!
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No tienes dignidad.
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Siempre he dicho que las mujeres
y los caballos necesitan látigo.
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¿No tendrás por ahí un par de dólares?
- Pues...
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No es ninguna fortuna, ¿ verdad sobrino?
- ¡Basta, tío Vince!
:49:02
Tengo que irme. Hasta luego.
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Lo siento, chicos.
- Adiós, Jerry.
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Ahí lo tenéis. Pater familias.
Ya no quedan hombres.
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¿Por qué no enciendes la luz?
- Demasiadas moscas.
:49:30
Gloria, cariño...
:49:33
Cogeré a Gloria.
:49:35
Eso es, cariño.
:49:37
Eres un encanto.
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Mi pequeña.
:49:45
Mi pequeña niña.
:49:48
Eres un encanto.
:49:56
Mira, cariño.
:49:57
Ahí está la luna.
:49:59
¿No es una maravilla?