:35:01
Y hablo aunque no tenga
nada que decir.
:35:05
Me has puesto tan furiosa que
he olvidado lo que estaba pensando.
:35:09
- Bien, ¿qué ibas a decir?
- Se me ha olvidado.
:35:13
- ¿Me puedo ir a dormir?
- Claro, Malla, querida.
:35:27
- ¿Quieres más azúcar?
- No.
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Perdona mi brusquedad.
:35:47
¿Sabrás lo que supone la soledad a
pesar de tener esposa e hijo adulto?
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A veces tengo la impresión de que
mi casa es una escuela de amor.
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- Pues eso es lo que quieres.
- Éramos adultos.
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Sabíamos lo que queríamos.
:36:03
- Sobre todo cuando terminamos.
- Fuiste tú quien me dejó.
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¿Qué me podías dar?
¿Seguridad? ¿Futuro?
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Ni siquiera me querías.
:36:15
Claro, yo era una compañera atrayente
y deliciosa y un bonito pasatiempo.
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- ¿Pensabas casarte conmigo?
- Bueno, yo...
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- Mi esposa acababa de morir.
- Anda ya.
:36:27
- ¿Pensabas casarte conmigo o no?
- Puede que entonces no pensase...
:36:31
Ya! Además, te divertías bastante
con otras mujeres.
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Pero tú eras la más importante.
:36:39
Cuando pienso cómo me tratabas, casi
me enfado otra vez.¡Eres un canalla!
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¿Por qué te enfadas? ¿Por qué
me insultas y me das bofetadas?
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- Siempre has sido rencoroso.
- ¿Rencoroso?
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¿Quién ha empezado la discusión?
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¿Qué me importa que quieras a
tu mujercita y que no la entiendas?