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-¿Cómo fueron las cosas en Londres?
-Terribles.
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Es una pena. Las cosas han estado
muy animadas en París.
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¿No puede detener ese horrible sonido?
Soy un hombre muy nervioso.
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Claro, Monsieur.
:10:16
-Ariane, por favor, ahora no.
-Sí, papá.
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Antes de que le enseñe estas fotos...
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...quiero aclararle que fueron tomadas
bajo unas condiciones muy difíciles.
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La luz era mala, la distancia considerable...
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...y el ángulo casi imposible.
:10:34
Diga, Monsieur.
¿Son buenas o malas noticias?
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Eso depende. ¿Es ésta su esposa?
:10:40
-Tome.
-Gracias.
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Se parece a ella.
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-Pues, lamento informarle, que son malas.
-¿Hay otro hombre?
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Lo hay. Y lamento decirle
que él es apuesto.
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-Lo es.
-Y aquí tenemos a los dos juntos.
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Por favor, Monsieur, no debe alterarse.
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-Lo intento.
-¿Quiere un poco de brandy?
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No, gracias. Me da acidez.
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¿ Y aspirina?
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No, gracias. Me da jaqueca.
¿Cómo dijo que se Ilamaba él?
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Su nombre es Frank Flannagan.
Estadounidense. Muy rico.
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Petróleo, negocios de construcción,
turbo reactores, Pepsi Cola...
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¿"La pausa que refresca"?
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No, ésa es la otra:
" ¡Pepsi Cola da en el blanco!"
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Pero no saquemos
conclusiones precipitadas.
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Es esta terrible incertidumbre
lo que me está volviendo loco.
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El viene a París todos los años.
Y siempre sé cuando viene...
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...porque mi negocio mejora notablemente.
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Debí haber Ilevado a mi mujer
a Londres conmigo.
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A él también le va bien en Londres.
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Y en Roma, Viena, Madrid.
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Aquí están los países escandinavos.