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Esto es un asunto militar
y usted no tiene nada que ver.
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Si yo no estuviera aquí,
esto no habría pasado.
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¿Me permite hablar?
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Desde luego. Sí.
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Damas y caballeros...
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...creo que lo único molesto
esta noche es mi presencia.
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Si la verdad ha de calmar
sus inquietudes...
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...la explicaré gustosamente.
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Durante cinco años fui la mujer
de un comanche, Stone Calf.
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Me trató como a una esposa.
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El trabajo era duro,
las riñas frecuentes...
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...y alguna vez me pegó.
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No le di ningún hijo.
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Sé que muchos me consideran
despreciable.
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Despreciable por mi unión
con un comanche...
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...y por vivir como uno de ellos.
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Se preguntan por qué
no me quité la vida.
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¿Por qué yo no...
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- Pues yo...
- Sigue. Lo estás haciendo bien.
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- ¡ No puedo!
- Pues yo sí puedo.
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No se quitó la vida
porque su religión lo prohíbe.
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A veces hace falta más valor
para seguir vivo que para morir.
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¿Está de acuerdo, comandante?
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Creo que ninguno de ustedes...
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...ha visto un campamento comanche.
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¿ Usted, comandante?
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- Pues...
- No, no.
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Yo sí. Y mis visitas no pasan
de tres días.
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Tres días. Que significan
45 horas de trabajo...
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...para las mujeres del campamento.
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Los comanches no saben
cuándo es domingo.
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Y cocinar es como un recreo
para las mujeres.
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En su tiempo libre, mastican
las pieles de búfalo...
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...para que los mocasines sean suaves.
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Pueden juzgar la clase
de vida que es por...
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...los pocos supervivientes
que hemos traído.