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¡Oh, maldita sea!
Yo no soy hombre de leyes.
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No sé si el matrimonio fue legal o no,
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pero demonios, Thomas,
mirad estos nombres.
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¿No podíais hacer lo que he hecho yo
y uniros a mí, por amistad?
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Y cuando muramos y vayáis al cielo
por seguir vuestra conciencia...
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y me condenen por no seguir los de la mía,
¿vendréis al infierno, por amistad?
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O sea, que los que hemos firmado
estamos condenados, Sir Thomas.
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No tengo una ventana para ver
la conciencia de otro hombre.
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No condeno a nadie.
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- ¿El asunto no tiene disyuntiva?
- Desde luego.
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Pero vuestro deber de obediencia
al rey no la tiene.
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Conque sopesad una duda
contra una certeza y firmad.
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Unos hombres creen que la tierra
es redonda y otros que plana.
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Es un tema que se puede cuestionar.
1:28:49
Pero si es plana,
¿podrá hacerla redonda una orden del rey?
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Y si es redonda,
¿podrá volverla plana una orden del rey?
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No, no firmaré.
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¿Entonces apreciáis más vuestra duda
que el mandato del rey?
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- Respecto a mí no tengo dudas.
- ¿De qué?
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De que no prestaré este juramento.
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Pero el motivo de no hacerlo, señor
secretario, no lograréis que os lo diga.
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Me sobran medios para que confeséis.
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Amenazáis como un cargador del puerto.
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¿Cómo debería amenazar?
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Como un ministro de estado, ¡con justicia!
1:29:25
Es la justicia la que os amenaza.
1:29:27
Entonces no estoy amenazado.
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Señores, ¿puedo retirarme?
1:29:38
Sí. El prisionero puede retirarse
como solicita.
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- A no ser que...
- No veo el objeto de prolongar esto.
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Entonces, buenas noches, Thomas.
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¿Puedo pedir uno o dos libros más?
1:29:58
¿Tenéis libros?