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Virgil estudia aquí,
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donde supera
las pruebas de inteligencia,
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a pesar de que su comportamiento
incomoda a los profesores.
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Entrevistamos
a la Sra. Dorothy Lowry,
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una profesora
que se acordaba de él.
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Recuerdo que una vez
robó una pluma.
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No quería ponerle en evidencia.
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Los profesores sabemos cómo
actuar, así que dije a la clase:
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"Vamos a cerrar los ojos
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y el que haya cogido la pluma,
que la devuelva".
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Mientras teníamos los ojos cerrados,
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devolvió la pluma,
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pero aprovechó la oportunidad
para toquetear a todas las chicas.
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¿Puedo decir "toquetear"?
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Como se pasa la vida en la calle,
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Virgil pronto empieza a delinquir.
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Está condenado al fracaso.
Le cuesta escapar
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con una máquina de chicles
pegada a la mano.
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Sus padres deben trabajar
para llegar a fin de mes,
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por lo que Virgil
se une mucho a su abuelo,
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un inmigrante alemán de 60 años
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que le lleva al cine y al béisbol.
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Pero estalla la tragedia.
En un partido en Washington,
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el abuelo de Virgil recibe
un horrible pelotazo en la cabeza.
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El impacto le causa una lesión
mental irreversible
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y cree ser el káiser Guillermo.
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En estas singulares fotos le vemos en
el manicomio con otros pacientes.
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A los 15 años, en medio
de la violencia y la pobreza,
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a Virgil le regalan un violonchelo.
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El instrumento le fascina
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y por primera vez
en casa de los Starkwell,
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se oye música...
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Nos habla el Sr. Torgman, su primer
y único profesor de violonchelo.