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¿Te ha enseñado ya Johanna a su
chino?
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¿Cuál?
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Pues el nuestro.
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Antes de dejar nuestra antigua casa,
lo rescató del respaldo
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y lo metió en el monedero.
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Hace poco, cuando le pedí cambio,
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lo vi.
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Y...
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me lo confirmó avergonzada.
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Reconoció que
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esa sensación por lo desconocido la
había abandonado.
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Lo cual la hacía muy feliz.
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Kessin no era un lugar adecuado para
ella.
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Esa casa encantada y esa gente,
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o demasiado devotos o demasiado
superficiales.
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Pero desde que se han mudado a
Berlín, se siente a gusto.
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Que él era la mejor persona, un poco
mayor y demasiado bueno,
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pero que ya era todo cuesta abajo.
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Utilizó esa expresión, que por cierto
me llamó la atención.
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¿Por qué? No estoy al tanto de esa
expresión, pero...
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Esa expresión esconde algo.
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Ha sido una indirecta.
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¿Tú crees?
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Sí.
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Crees que siempre está alegre.
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Pero te equivocas.
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Se deja llevar por la melancolía.
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Y si la ola es buena, ella también lo
es.