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Está fuera de discusión.
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Es un asunto de dignidad nacional.
Siendo un patriota, seguro que lo entiende.
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Debo decir que sentí que era
una sugerencia poco práctica.
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¿Por qué diablos no lo dijo entonces?
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Como atleta, valora la economía de esfuerzo.
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Quería correr.
Hubiera intentado cualquier cosa.
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Bueno, ahora que todo está claro,
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decidimos invitarlos para conversar
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para ver si hay alguna forma
de solucionar la situación.
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Hay sólo una manera de resolverla.
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Que cambie de opinión y
participe en la carrera.
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Cadogan, no diga lo que es obvio.
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Tenemos que explorar maneras de ayudar a
este joven para que llegue a esa decisión.
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Me temo que no hay manera, señor.
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No voy a correr un domingo y
es definitivo.
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Iba a confirmarle esta decisión a
Lord Birkenhead esta noche,
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incluso antes de que me llamaran
para esta inquisición.
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No sea impertinente.
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Impertinencia es intentar influenciar
a un hombre para que niegue sus creencias.
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Por el contrario, Liddell.
Estamos apelando a sus creencias.
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En su país y su rey.
Su lealtad para con ellos.
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Tiene razón. En mis días,
primero estaba el rey, y Dios después.
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Y la guerra para acabar con las guerras
demostró lo contrario.
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Dios hizo los países. Dios hace a los reyes
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y las reglas con las que gobiernan.
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Y esas reglas dicen que
el domingo es para Dios.
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Y yo pretendo hacer que sea de esa manera.
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Sr. Liddell.
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Usted es hijo de su carrera... como yo.
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Compartimos una herencia común,
una alianza común, una... lealtad común.
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Hay momentos que nos exigen
hacer sacrificios
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en nombre de la lealtad,
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y sin ellos nuestra lealtad no vale nada.
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Como lo veo, le ha llegado a usted,
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ese momento.
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Señor...
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Dios sabe que amo a mi país.