Jean de Florette
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Está bloqueado, eso es seguro.
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Cuando yo era joven,
era un arroyo hermoso.

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El viejo Camoins, su padre,
cultivó carretadas de verduras ahí.

:13:15
Estoy seguro que podríamos destaparlo
con un zapapico.

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¿Crees que venderá su granja?
:13:21
La casa, no.
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Pero tal vez el campo y el manantial.
:13:26
Nunca los usa.
Así que, si le ofrecemos dinero...

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Hola, Marius. ¿Cómo estás?
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No es asunto tuyo.
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¿Por qué me contestas así?
¿Estás enojado?

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Ni enojado ni amistoso.
Me importas un bledo, igual que yo a ti.

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Quizás tú pienses así de mí,
pero yo no, dado que te vine a ver.

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Si subiste hasta aquí,
es porque tienes que pedirme algo.

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Exactamente.
Para pedirte y para darte algo.

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Yo no necesito nada.
:14:15
Ni siquiera conversación.
Eso me cansa más todavía.

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Escúchame, Marius.
Te lo diré en pocas palabras.

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Si me quieres vender tu propiedad...
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no la casa,
sólo el campo y la colina de adelante...

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te pagaré el precio que me pidas.
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¡Qué descaro!
¿Crees que yo vendería mi propiedad?

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Mira. Billetes de mil francos.
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¡Vete al diablo!
¡Banda de cerdos, todos los Soubeyran!

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No grites así que te vas a sofocar.
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¡Y no insultes a los Soubeyran
porque lo lamentarás!

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No te alteres,
sólo está bromeando.

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¿Por qué se mete ese tarado?
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¡Si bajo de este árbol,
verán Uds. Qué opino de los Soubeyran!

:14:57
¡Canallas asquerosos!
¡Cerdos! ¡Ladrones!


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