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Es una locura, Jana.
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Me las arreglé para pasar más o
menos inadvertido por la guerra.
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Hasta salí vivo de la Comandancia.
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Y ahora se supone que tengo
que cuidar de una niña pequeña.
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Sí, ya sé que queríamos un niño.
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Pero usualmente los tienes como bebés,
y tienes la oportunidad de conocerlos.
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Es cierto.
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¿Pero qué si los alemanes la encuentran?
Yo soy el que va a tener que pagar.
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Si los rusos están tan cerca...
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son sólo unos días, ¿cierto?
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Bezanika
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Alemanes muriendo cada día
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Los rusos están en camino
:16:23
- ¡Kowalsky!
- Está cerrado. Está cerrado.
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- Hora de abrir.
- Déjame solo. Vete.
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- Maldición.
- ¿Qué estás haciendo?
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- No puedes suicidarte.
- ¿Tienes una razón por la que no?
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Tengo una buena, que es
sólo entre tú y yo.
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No lo creerás. Ayer por la noche
sucedió algo muy gracioso.
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En realidad, no tan gracioso.
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Quizá no te parezca gracioso,
pero ahí contraje este resfrío.
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- Ve al grano.
- El punto es, amigo mío...
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que ayer, después del toque de queda,
estaba en la Comandancia.
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- ¿Eres un informante?
- ¿Estás loco?
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Ningún judío sale vivo de la Comandancia
a menos que sea un informante.