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Lo son. Pero los más inescrupulosos
coleccionistas están en Francia.
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Eres una experta en la materia.
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Me tengo que ir.
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Si se te ocurre algo, lo que sea, llámame.
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¿En serio?
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Espera.
:48:24
-Necesito tu número telefónico.
-Por supuesto.
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...una nalgadita...
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-Es el de mi celular.
-Bueno.
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Adiós.
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Qué mujer tan maravillosa.
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Sólo vino a mi casa
y me dio el plan perfecto.
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Llevo a Scottie, quien aún guardaba
las monedas, a Francia...
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...y negocio con la gente
de mala reputación.
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-¿Encontraste las monedas, campista?
-Dame un minuto. Te cuento en el coche.
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Hola, Scottie.
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¿Cómo te sientes?
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-Estoy bien.
-¿Quieres que te lleve?
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No debo aceptar
que ningún extraño me lleve.
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No somos extraños, somos familia.
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Tío Kresk, me estás haciendo
cagar de miedo.
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Mira, niño.
Más de un kilo de ricas golosinas.
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¡Métaselo!
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Vamos.
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Está bien, soy su tío.
Es un poco hiperactivo.
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Todo está bien. Su mamá es su hermana.
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-¿Sí?
-Hola, Jeannie.
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Es Kresk. Pasó algo extraño.
Scottie se apareció en mi casa.
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Quiere olvidar el pasado,
olvidar el asunto de las monedas.