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-¿Sí?
-Hola. ¿Es usted el nuevo vecino?
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-¿Está demasiado alta la música?
-No, es que yo...
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Yo vivo arriba.
:09:10
Yo creía que usted apenas...
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-Todavía no se ha instalado.
-Sí, tengo un desorden horrible.
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No he tenido tiempo de arreglar.
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He cocinado algo.
¿No tiene hambre?
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-¿Me está invitando a cenar?
-No, pero...
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Podría traerle algo,
si tiene hambre.
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Pero si no me conoce.
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Usted se llama Samuel,
Samuel Thalberg. Es arquitecto,
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divorciado y tiene dos hijos.
Sus amigos le llaman Sam.
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La Sra. Schumann
siempre cuenta más de lo necesario.
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-La cotilla de abajo.
-No le crea nada, dice que estoy loca.
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-¿Y usted es...?
-Soy cocinera.
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-Me llamo Martha Klein.
-Encantado de conocerla, Martha Klein.
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-Sí, y si tiene hambre...
-Lamentablemente tengo una cita.
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Disculpe, no quería entretenerle.
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Quizá en otra ocasión.
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Sí, quizá.
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¿Qué hago de comer?
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Nada. Encargamos una pizza,
o salimos.
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No, de ninguna manera.
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-¿Qué le gusta comer a Lina?
-Le gusta todo.
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Menos las ostras.
No le gusta comer nada que esté vivo.
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Ostras no, vale.
:10:29
-¡Hola!
-Espera.
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¡Lina, te quitas los patines en casa,
te lo he dicho cientos de veces!
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-Perdona. ¿Estás ahí?
-Sí.
:10:39
-¡Mamá, ven!
-Estoy hablando, tesorito.
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¿Qué estás haciendo ahora?
:10:44
-Nada.
-¿Por qué no vas al cine o al teatro?.
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Tienes libre hoy, ¿no es cierto?
Llama a algún conocido, vais a cenar,
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-y luego a bailar.
-Sí, quizá.
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Pero hazlo, Martha, no te quedes ahí.
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-¿Quién es?
-Es Martha. Ya voy..