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Aquí no puedo pensar.
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-¡No puedo respirar!
-Vete, vete.
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Tráeme respuestas.
Tu vida depende de ellas.
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Se acaba el tiempo.
Si me traes las cosas, eres rico.
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Si no, quizá tengamos que decir
que eres un espía yanqui.
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Tú y Louisa, los dos.
¿Entiendes lo que estoy diciendo?
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No te he confesado todo.
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He estado arrastrando los pies.
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A petición de Mickie, la verdad.
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Tiene un cargamento
de armas en camino.
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Pero planea pagarlo de otra fuente.
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¿Ah, sí?
¿Y cómo se llama esa otra fuente?
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No me quiere decir.
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No, claro que no.
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-¿Cuánto dinero?
-Son cifras grandes, Andy.
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"Harry", me dijo,
"tu gente paga una bicoca.
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Esto está a otro nivel".
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Bueno...
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...éste es un giro interesante, Harry.
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-Dame una cifra aproximada.
-Diez.
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Estamos hablando de
10 millones de dólares, Andy.
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¿Diez millones de dólares?
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Sí.
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Diez millones de dólares.
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Sí.
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-Andrew.
-Señor.
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Los vientos de la fortuna
me llevaron a Caracas...
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...permitiéndome venir.
Voy camino a Washington.
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Nuestro venerado líder,
Henry Cavendish, también viene.
1:14:45
Contesta el teléfono.
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Hay prestigio de por medio.
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Ahora, Andrew...
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...vine hasta acá para mirarte
a los ojos y preguntarte esto:
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¿Puedes respaldarlo todo?
¿Tienes pruebas irrebatibles?