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...en tu maldito autobús.
- Vamos afuera.
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Al diablo.
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Mi amiga, la Sra. Funthes está aquí,
así que voy a salir.
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Les dejaré unas galletas de canela.
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Es muy amable.
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Qué bien suenan.
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Tal vez puedan
ir a la iglesia un domingo
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para dar un concierto.
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Qué amable.
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Pero nuestra música es...
¿ Cómo le dijera?
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Es un tanto romana en su enfoque.
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Muchas de las piezas
fueron encargadas por la Santa Sede.
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Ya veo.
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No damos mucha importancia
a las denominaciones.
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Todos son bienvenidos.
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Una vez fue un metodista.
Un anglicano...
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En la década de los sesenta,
hasta asistió un judío.
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Tenía una guitarra.
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Un judío con una guitarra...
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Discúlpeme un momento.
La acompañaré a la puerta.
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Trabajen en paz durante mi ausencia
para que, cuando vuelva,
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esté preparada la detonación.
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Profesor.
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La Sra. Funthes.
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Encantado, Sr. Funthes.
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Rosalie, él es G. H. Dorr,
profesor y doctor.
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Cielos. Son muchos títulos.
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Claro que, en mi infancia,
me llamaban Goldwaith a secas.
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Reunión de seguridad.
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Atención.
General, alcánceme la mecha.