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Pero esa mujer blanca ve dos negros
que parecen universitarios...
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¿ y su reacciôn es de temor?
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¿Parecemos pandilleros?
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No.
¿Nos vemos amenazantes?
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No, incluso los que deberían
sentir temor aquí...
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somos nosotros.
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Somos los ûnicos dos negros
rodeados de blancos...
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vigilados por la policía
de gatillo fácil.
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Así que, dime por qué
no sentimos temor.
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Porque tenemos armas.
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Quizá tengas razôn.
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¡Sal del auto!
¡Dame las llaves!
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- ¡De prisa!
- ¡De acuerdo!
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¡Abajo!
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- No me mires.
- No disparen.
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¡Vamos!
¡Vamos!
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No, quita esa cosa de vudû.
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No llames vudû
a San Cristobal.
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Es el santo patrôn de los viajeros.
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¿Conversaste con Dios?
¿ Qué dijo?
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¿ Ve, hijo mío y deja marcas
de saliva en todos los autos?
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- ¿Por qué lo haces?
- Conduces como un demente.
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La camioneta y el Mercedes
van por la calle Balboa.
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La camioneta lo encierra,
se enfada y le apunta...
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no se da cuenta
de que el otro es policía.
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- ¿Ese es el policía?
- Sí, se llama Conklin.
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- Es de Narcôticos de Wilshire.
- Tengo el Mercedes.
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El Mercedes le dispara,
Conklin le contesta con un disparo...